- 10 septiembre, 2021
- By: Gruas Bretones
- in: Sin categoría
Aunque pensemos que la estructura de nuestro vehículo nos puede proteger de las condiciones climáticas adversas propias de estas fechas, la realidad es que conducir con lluvia es una actividad que aumenta notablemente el riesgo de accidente y por ello es importante tener en cuenta este factor a la hora de conducir. Por ello, desde Grúas Bretones queremos ofrecerte una serie de consejos para llevar a cabo una conducción eficiente cuando una tormenta cubra nuestra cabeza y el capó de nuestro vehículo.
En primer lugar, es importante que aclarar un punto muy importante, y es que en los momentos iniciales de la tormenta o en una lluvia suave, la carretera es bastante peligrosa, pues el agua se mezcla con el aceite y los demás materiales que se encuentran aun en la superficie de la carretera, provocando que haya una menor adherencia de los neumáticos, pudiendo generar el efecto aquaplanning. Por ello, desde el primer momento en el que empiece la lluvia hay que extremar la precaución y no pensar que ante una ligera lluvia el riesgo es menor.
Adecuar la velocidad, para hacer frente a la menor visibilidad y a las condiciones de la calzada, aumentar la distancia de seguridad para poder reaccionar a tiempo a cualquier imprevisto, reduciendo además el efecto de visibilidad del agua pulverizada que sale disparada por las ruedas del coche de delante, así como realizar un frenado con mayor suavidad aprovechando la distancia de seguridad que hemos dejado, y es que la distancia de frenado aumenta. Todo esto son algunos factores a tener en cuenta una vez nos encontremos en carretera, pero antes de esto es importante haber revisado diferentes elementos de nuestro vehículo, tales como los neumáticos, los frenos, los limpiaparabrisas, los amortiguadores o el volante, todos ellos elementos que deberán estar en perfectas condiciones para evitar cualquier tipo de susto en carretera.
Por último, desde Grúas Bretones te aconsejamos ante todo conducir con calma y prestar mucha atención a la señalización, evitando en la medida de los posible la pintura blanca en carretera, que puede llegar a ser resbaladiza.