La carretera puede estar llena de imprevistos para los que debemos estar preparados. Una de las situaciones más comunes al volante, es sufrir un pinchazo. Ante todo, no pierdas la calma. Te vamos a explicar cómo debes actuar en un caso así.
Para empezar, debes estar tranquilo ya que no te caerá una multa por no saber cambiar la rueda pinchada. La Ley de Tráfico y Seguridad Vial lo único que obliga al respecto es a llevar una rueda de recambio y las herramientas necesarias para colocarla, así como un kit antipinchazos.
Antes de iniciar un largo viaje no olvides revisar el estado de los neumáticos, si la rodadura es inferior a 1,6 milímetros, la rueda está desgastada y debe sustituirse. En cuanto a la presión, la media general se sitúa alrededor de los 2.5 bares, aunque lo más eficaz es consultar la tabla de presiones recomendada por el propio fabricante.
Si pese a estas previsiones sufres este tipo de avería, deberás seguir los siguientes cinco pasos:
1) Detén el vehículo en una zona llana, ponte el chaleco reflectante antes de salir del vehículo, y coloca los triángulos.
2) Localiza las herramientas y elementos necesarios: rueda de repuesto, gato, llaves, etc. Es el momento de aflojar los tornillos (recuerda que si la rueda lleva tapacubos debes retirarlo) y colocar el gato (consulta el manual de tu coche para saber dónde ubicarlo).
3) Levanta el vehículo con el gato hasta que la rueda pinchada no toque el suelo. Quita los tornillos y saca la rueda.
4) Coloca la rueda de repuesto y aprieta los tornillos manualmente.
5) Baja el coche. Una vez que la rueda de repuesto toque el suelo ya puedes quitar el gato. Termina de apretar los tornillos con la llave, y no olvides comprobar la presión en la próxima gasolinera.
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