Actualmente casi cualquier fabricante puede adaptar coches para conductores con discapacidad, así que no faltará oferta para poder comparar.
Hay muy diferentes formas de adaptar un vehículo a las necesidades de las personas con discapacidad. Por ejemplo, se puede adaptar un coche de forma electrónica o mecánica, y aunque la primera suele ser más cara que la segunda, también suele ser más funcional. Entre las adaptaciones más comunes, encontramos: los pedales en el volante, modificaciones en las puertas para facilitar el acceso y salida del coche, o algunos complementos adaptados.
– Mandos en el volante: los pedales son evidentemente, la mayor preocupación para aquellas personas con discapacidad en las piernas. ¿Dónde colocarlos? La adaptación más habitual es colocar estos mandos delante o detrás del volante, para que puedan ser accionados de forma manual. También existe la posibilidad de aunar los tres pedales en una sóla palanca.
– Entrar y salir del coche: para facilitar la entrada y salida del coche a personas con movilidad reducida, hay varias soluciones. Por ejemplo, encontramos asientos que giran en un ángulo de 90º, para cualquiera de las plazas delanteras. Pero también hay puertas correderas, e incluso asientos que salen directamente del coche, además de rampas para sillas de ruedas que salen de la parte trasera del coche.
– Complementos: para algunos conductores, los complementos para facilitar su conducción son suficientes. Por ejemplo, para aquellas personas con una altura más reducida de lo común existen bases para los pedales. También podemos encontrar en el mercado mandos “cambiados de sitio” como las palancas de activación del limpiaparabrisas al lazo izquierdo en lugar de en el lado derecho, o la palanca de activación de las luces intermitentes a la derecha, por ejemplo.
Otro tipo de complementos que podemos mencionar entre todos los que existen en el mercado son todos aquellos accesorios que facilitan la visibilidad para aquellos que lo necesiten, como espejos retrovisores exteriores o interiores, o de dimensiones y tamaños distintos a los habituales.
Para comprar cualquier tipo de estos accesorios, hay que asegurarse de que están homologados. Por esto, se deberá realizar la compra en tiendas de confianza, y la instalación en talleres que aporten garantías de homologación, pues sin ellas al fin y al cabo el vehículo no podría circular.
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