- 14 mayo, 2021
- By: Gruas Bretones
- in: Actualidad, Averías
Las vacaciones de verano son quizá la época del año en la que nuestro vehículo sufre más. No sólo por los desplazamientos, sino porque diversos agentes externos pueden minar la salud del coche y adelantar su visita al taller a bordo de una grúa. ¿Qué consejos podemos seguir para evitarlo?
- Aprovecha la sombra. Los rayos solares veraniegos son tan intensos que pueden llegar a dañar la carrocería del vehículo si está manchada de arena, insectos o sal. Además, las altas temperaturas no son nada buenas para sus componentes. Para evitar cualquier tipo de problema, lo más adecuado es aparcar el coche a la sombra, ya sea bajo un árbol o en un parking que lo proteja. Algunos propietarios, incluso, llevan siempre una lona consigo para cubrir su coche en verano.
- Cuidado con la playa. Las zonas costeras son siempre uno de los destinos predilectos de todos aquellos que huyen de las altas temperaturas buscando un merecido descanso. Sin embargo, el salitre y la arena son dos de los enemigos más temibles para la carrocería del coche. ¿La solución? Limpiar con regularidad con agua y jabón pero sin frotar para no rallar la chapa.
- Mueve el coche. No son pocos los que, tras llegar a su destino vacacional, dejan el coche aparcado durante todo el tiempo que dura la estancia. Esto es un error, ya que además de hacer creer a los amigos de lo ajeno que el coche puede estar abandonado, podemos llevarnos una desagradable sorpresa el día de nuestra vuelta si algo -como la batería- no funciona como debería.
- Restos de la naturaleza. Los mosquitos y demás insectos que se quedan en el parabrisas del vehículo deben ser eliminados rápidamente si no queremos que después sea una odisea eliminarlos. También los excrementos de pájaros, algo que puede comerse el color de la carrocería con los efectos del calor.
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