Conducir supone una acción estresante en sí misma desde el momento que implica un estado de alerta constante en el conductor. Esta situación la aceptamos desde el mismo momento en que giramos la llave y notamos rugir el motor, sin embargo el problema aparece cuando nos encontramos con situaciones inesperadas en las que el miedo, los nervios y la ansiedad se apoderan por completo de nosotros mismos.
¿A qué situaciones nos referimos? Desde atascos a rotondas imposibles, la presencia de radares, la prisa por llegar a tiempo, aparcar mientras formamos una cola de coches esperando o las propias discusiones que surgen con nuestros acompañantes.
Además de provocar riesgos al volante, el estrés no es nada beneficioso para la salud del ser humano, por eso escribimos este post, para proponeros algunos trucos que os ayudarán a dominarlo:
- Admite tus miedos: No te preocupes por compartir tus temores con aquellos que te rodean, ellos pueden ayudarte a superarlo.
- Canta: Aunque te sorprenda, cantar puede ayudar a alejar el agobio y atraer el optimismo.
- Ten autocontrol: Prepárate mentalmente para afrontar los atascos y los trayectos largos en coche.
- Cuenta hasta diez: Respirar y contar es un truco que nunca falla para recuperar la calma.
- Confía en ti mismo: Sabes conducir bien y debes confiar en ello.
- Evita las discusiones: Mientras conduces evita entrar en conflicto con algún pasajero del coche, debes prestar atención a la carretera y no alterarte, ya habrá tiempo para debatir cuando finalice el trayecto.
- Comodidad: Mantén una buena postura al volante y siéntete cómodo, lo contrarío podría generarte agobio y malestar.
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