¿Cómo reducir el riesgo cuando conducimos con viento?

En algunos puntos del territorio español, además de la dificultad del recorrido sobre el que llevaremos nuestro vehículo, encontraremos un problema mayor que afecta a muchos conductores y supone, en datos de la DGT, el 5% de los accidentes causados por el mal tiempo. Hablamos de las fuertes ráfagas de viento, que pueden desestabilizar la dirección de nuestro vehículo haciéndonos salir de nuestro recorrido y que pueden llegar hasta los 90 km/h en algunas zonas de la península. Por ello, desde Grúas Bretones queremos facilitarte algunos consejos sobre la forma en la que reducir el riesgo cuando tratamos de conducir con fuerte viento.

En primer lugar, es importante tener en cuenta que, a mayor superficie de la carrocería de nuestro vehículo, más se notará el efecto de este, al igual que también se notará más cuando crucemos grandes superficies, tales como camiones, otros vehículos o salgamos de un túnel, momentos en los que tendremos que extremar la precaución.

Las rachas de fuerte viento se notan en la dirección de nuestro vehículo y por lo tanto es importante tenerlas muy en cuenta cuando realizamos ligeros cambios en la dirección del mismo, razón por la que tendremos que corregir levemente el volante para poder mantener la dirección que buscamos. Esta corrección será mucho menor si reducimos la velocidad. Además, desde Grúas Bretones aconsejamos mantener la mirada fija en la dirección a la que queremos llevar al vehículo.

Es importante tener en cuenta la dirección del viento, dado que afectará a la hora de controlar el efecto que tiene sobre nuestro vehículo, conducir por el centro del carril, para tener más margen de maniobra, estar atento al efecto pantalla una vez superemos un tramo en el que nos bloqueen el golpe del viento, reducir la velocidad para cambiar de dirección, e incluso manteniendo el rumbo fijo, prestar especial atención a túneles y puentes, en los que podemos recibir fuertes golpes por parte de las corrientes de viento y vigilar el estado de nuestro vehículo, en especial la presión de nuestros neumáticos.

Es necesario cuidarse de los vehículos pesados, pero más que de éstos, de los remolques, pues son más propensos a verse afectado por las ráfagas de viento. Es importante estar atento y cuidar en todo momento de la seguridad, de cara a llegar a nuestro destino en las mejores condiciones y evitar cualquier susto.

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