Cuando nos ponemos frente a un volante existe una gran cantidad de factores que afectan a nuestra capacidad de conducción y reacción ante ciertos imprevistos. Entre ellos podemos encontrar factores meteorológicos como pueden ser la lluvia, la nieve o el sol entre otros.
Aunque, en muchas ocasiones prestamos gran atención a las medidas de seguridad que debemos seguir por la noche, cuando la visibilidad es claramente reducida, durante el medio día también podemos encontrarnos en situaciones en las que encontremos difícil ver correctamente la carretera.
El sol es un aspecto a tener en cuenta en cualquier época del año. Según datos de la Asociación Española de Formadores en Seguridad Vial, el 5 por ciento de los accidentes de tráfico registrados en España son provocados por deslumbramientos. Para evitar ser víctima del mismo existen una serie de precauciones que podemos adoptar:
Velocidad
Frenar repentinamente después de un deslumbramiento puede producir un accidente, por ello lo más recomendable es que bajemos la velocidad progresivamente al tiempo que aumentamos la distancia de seguridad.
Usa gafas de sol
Sin duda las gafas de sol polarizadas pueden ayudarnos a reducir el riesgo de sufrir un deslumbramiento e incluso disminuirá las molestias visuales causadas por la luz.
Usa el parasol
A pesar de que su uso nos resta campo visual, en ciertas circunstancias es un recurso que puede ser de gran utilidad.
Cuidado con los cambios de luz
En la carretera podemos encontrarnos cambios de luz, por ejemplo cuando pasamos por un túnel o un puente. Estas transiciones hacen que nuestra agudeza visual disminuya momentáneamente. Es por ello que debemos tomar especial precaución en estos puntos.
Descansa la vista
Conducir con el sol de frente durante mucho tiempo supone realizar un esfuerzo constante para nuestra vista. Por ello, es muy recomendable realizar pequeñas paradas para descansar y no forzarla.
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