¿Cuál es el aceite del motor más indicado para mi coche?

Como ya sabrás, el aceite del motor es el líquido que mantiene refrigeradas todas las piezas móviles que intervienen en el proceso de combustión y funcionamiento del motor del coche, por lo que es uno de los componentes más importantes dentro de la  mecánica de un coche, de ahí la importancia de saber qué aceite lleva mi coche.

Cómo saber qué aceite lleva mi coche

En el manual de usuario que venía con tu vehículo podrás ver desde las necesidades del modelo hasta el tipo y la viscosidad necesarios del aceite del motor de tu coche. Al no nombrarse ninguna marca en concreto, lo mejor que puedes hacer es acudir a tu talle de confianza y que te asesoren sobre cuál es el mejor aceite para tu coche.

En el caso que prefieras investigar por tu cuenta y elegir por ti mismo el tipo o la marca de aceite, recuerda que es mejor que el cambio se haga de forma progresiva y no repentinamente ya que esto puede afectar al funcionamiento del motor.

Resumen para identificar el aceite de mi coche

Para resumir, te dejamos unos apuntes sobre lo que debes de tener en cuenta:

  • Lo mejor es acudir siempre al manual de usuario del vehículo y adquirir algo de conocimiento sobre el aceite que usa tu coche.  Es aconsejable que consultes con un experto si lo que deseas es cambiar el tipo de aceite.
  • Revisa siempre la normativa del aceite antes de cambiarlo y recuerda que, si tu coche es anterior a 1995, el mineral será el más adecuado.
  • Compra el aceite de acuerdo a la zona con la que vives. Ten en cuenta que si vives en un lugar más cálido, los productos recomendables son aquellos que tienen en el nombre un número final más elevado. Al contrario, en los lugares fríos, lo recomendable son aquellos productos con un número más bajo.
  • Lo barato sale caro, ya lo sabes, por lo que no busques ahorrar con un producto de marca blanca. Recuerda que los aceites sintéticos y de gama alta cuidan más el motor.
  • Si optas por cambiar de aceite para el motor, recuerda hacerlo de forma progresiva y nunca repentina para evitar daños en la mecánica. No cambies bruscamente de un aceite a otro ni mezcles aceites de distinta calidad.

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