Con la llegada de la primavera y el buen tiempo, nos apetece mucho más realizar un viaje, movernos o hacer una escapada de un día al campo o a la playa. Intentamos buscar cualquier excusa para poder desconectar de la rutina y también para no pasar tanto calor durante el verano. La primavera es la estación preferida de muchos, excepto de aquellos que sufren las dichosas molestias de la alergia.
Los síntomas de la alergia suelen caracterizarse por un picor intenso en la nariz, boca, ojos y piel, además de otros como la congestión nasal y los ojos llorosos. Todos estos síntomas pueden influir negativamente en nuestras capacidades a la hora de coger el volante. Por ello, los conductores alérgicos deben tener en cuenta una serie de consejos antes de conducir:
- Ojos llorosos: Pueden llegar a ser muy molestos, además de dificultar la visión y la visibilidad.
- Estornudos: Se producen por la congestión y el picor nasal y, normalmente, tienden a repetirse. Los estornudos son capaces de provocar que perdamos la concentración en la carretera, que cerremos los ojos y suframos el riesgo de provocar un accidente.
- Antihistamínicos: Todo lo que tomamos para evitar la alergia también pueden producir efectos negativos. Aunque esta medicación combate los síntomas y nos evita los riesgos anteriores, tiene también una serie de efectos secundarios, como la somnolencia, que pueden afectar a nuestra capacidad de reacción.
Por todo esto, se recomienda que los conductores que padecen este tipo de síntomas no conduzcan en los momentos de alta concentración de agentes causantes de la misma y, si es necesario, lo hagan siempre con precaución.
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