- 16 abril, 2021
- By: Gruas Bretones
- in: Asistencia carretera, grúas, Grúas turismos
Con la llegada del verano y el calor, las malas costumbres a la hora de conducir se multiplican. Llevar un vestuario poco adecuado en trayectos cortos o incluso conducir con parte del cuerpo desnudo es algo que vemos más de lo que nos gustaría en esta época. Por todo ello, te rogamos que sigas manteniendo las precauciones habituales en verano, pero también hablaremos en este post sobre las multas más recogidas en los meses de junio, julio y agosto.
Conducir descalzo
A veces, al salir de la playa o, sencillamente, con el calor de las zapatillas, para una mayor comodidad se elige erróneamente manejar el coche descalzo. Además de poner en peligro a los tuyos también provocas molestias en tu propio pie, al clavarte los grabados de los pedales.
No existe un texto que diga expresamente que se impondrá una multa de la DGT por conducir descalzo. Sin embargo, este hecho está suponiendo un peligro para ti y para quienes te rodean. El pie, debido incluso al propio sudor, podría resbalar sobre el pedal. Y, al representar ese peligro, evidentemente te pueden sancionar por ello.
Se mire por donde se mire, es una práctica 100% desaconsejable.
Conducir con chanclas
Tal y como sucedía con el anterior caso, y basándonos en la ley de tráfico, conducir con chanclas no se refleja expresamente como prohibición. Pero, de nuevo, esto supone un claro riesgo para todos y por lo tanto es una infracción, ya que será motivo de multa “conducir el vehículo reseñado sin mantener la propia libertad de movimientos”. Las chanclas se pueden salir del pie, atascar en el pedal si se resbalan y un largo etc. Lo idóneo es un calzado apropiado, que no tenga facilidad para salirse del pie y que sea cómodo.
Conducir sin camiseta
Otra acción que, pese a no estar reflejada en el reglamento, es perfectamente sancionable. En este caso, además de los movimientos limitados al rozarte el cinto con tu pecho, supone todo un peligro en caso de accidente. Podrías sufrir desde rozaduras en el pecho en el caso de un frenazo brusco hasta quemaduras al saltar los airbags.