Pese a que pueda parecer que los operarios realicen sus labores facilidad y profesionalidad. El manejo de una grúa requiere un profundo conocimiento y la habilidad necesaria para manejar los grandes pesos que tiene que soportar la grúa. Por ello, desde Grúas Bretones queremos ofrecerte algunas pautas para manejar grúas sin ningún tipo de riesgo.
En primer lugar, acudiremos a lo obvio, que no por ser obvio no hay que recordarlo: en el momento de carga, montaje y desmontaje de tramos de la pluma de una grúa, todos los trabajadores deben alejarse de la zona donde se esté efectuando la tarea, pues pese a que el operario que la maneje tenga el conocimiento y la habilidad necesaria, siempre pueden suceder percances y accidentes, razón por la que es importante extremar las medidas de seguridad.
De cara al manejo de la grúa, es importante tener en cuenta que en el momento en el que queramos levantar un peso tendremos que situarnos sobre una superficie horizontal, pues una mala posición creará una situación de riesgo. Los gatos que sujetan la grúa deben estar extendidos de tal forma que los neumáticos queden completamente elevados en el aire, evitando que puedan desplazarse. Además, si se debe realizar una operación en zonas con desnivel o barro, es crucial colocar de forma correcta los gatos.
Es importante que el operario que maneje la grúa ponga todos sus sentidos en la elevación y el movimiento, asegurándose de todo lo que le rodea para evitar tendidos eléctricos o ramas. El operario debe permanecer en la cabina hasta que se vaya la tensión o no haya ningún tipo de contacto con le cableado, pues podría resultar peligroso salir.
Por último, y no menos importante, el uso de una grúa para construcción, moviendo cargas en el aire o elevándolas de forma vertical es una acción de riesgo, por lo que en el caso de llevarse a cabo, debe realizarse con precaución, cuidando cada detalle y movimiento.
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