- 24 septiembre, 2021
- By: Gruas Bretones
- in: consejos, Curiosidad, grúas
Tal y como os adelantamos la semana pasada, para realizar diferentes tipos de construcciones o tareas, son muchas las personas que recurren al alquiler de grúas torre u otro tipo de estructuras. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que gran parte de las actividades que se desarrollan con las grúas serían imposibles sin las eslingas.
¿Quieres saber más sobre este tema? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.
¿Cómo usarlas?
Ya sabemos lo que es una eslinga pero lo normal es que no tengamos ni la más remota idea de cómo debemos utilizarlas.
Su uso es bastante sencillo e intuitivo. Lo primero que debemos hacer es tener muy claro para lo que las vamos a usar ya que dependiendo de esto será posible elegir el tipo de eslinga más adecuado. Los factores que más se tienen en cuenta para elegir una variedad u otra tienen que ver con si se van a usar para el amarre y enganche o para la elevación de objetos.
También se suele tener en cuenta la forma de la carga así como el paso máximo soportado. Datos que encontraremos en el etiquetado de la herramienta.
Una vez tengamos claro para qué vamos a utilizar la eslinga, también es aconsejable hacer una inspección visual para comprobar que no haya imperfecciones o defectos.
Tipos de eslingas
Existen varios tipos de eslingas pero antes de hablar de ellos, nos vamos a centrar en comentar los materiales que se utilizan para fabricarlas. Lo más habitual es encontrarlas de acero, nylon y poliéster. Además del material con el que se han realizado, también podemos encontrarlas de dos tipos diferentes:
- Planas: Son las más comunes y usadas debido a que son muy económicas y básicas. Se pueden usar de muchas formas y dentro de este tipo existen múltiples variedades como las ojo y ojo, las ojo invertido, las sin fin, las de canasta o cuerpo ancho, con ganchos, con trinquete o multibrazo.
- Redondas: Por otra parte están las eslingas redondas o cilíndricas que ofrecen una duración mayor y más capacidad de carga. Además, son más flexibles y se adaptan mejor a los cuerpos.