Seguro que alguna vez te has enfrentado a alguna de estas situaciones con el coche: pinchas y no tienes gato, se ha congelado la cerradura o tienes una grieta en el parabrisas.
No te preocupes que, como dice el refrán, “¡a grandes males… grandes remedios!”.
Has pinchado y no tienes gato:
Afloja los tornillos, lo suficiente para que la rueda no se salga pero puedas quitarla sin esfuerzo. Luego, busca una zanja y eleva el coche hasta que el neumático pinchado quede en el aire. Y ya puedes terminar de desenroscar los tornillos y cambiar la rueda.
¿No puedes desenroscar los tornillos de las ruedas?
Para conseguir sacarlos con menos esfuerzo, échalas un poco de cocacola y espera unos minutos. Así, podrás desenroscarlos más fácilmente.
Cerradura congelada:
Si tu coche es de los que no tienen mando a distancia y, por desgracia, has llegado y tienes la cerradura congelada, puedes calentar la llave con un mechero e introducirla lentamente en la cerradura. Así, irás descongelándola poco a poco a podrás abrirla.
Tienes pegatinas en el coche y no puedes despegarlas:
Lo mejor es utilizar una fuente de calor, como un secador de pelo, que hará que el pegamento se ablande. Si quedan resto, utiliza un trapo empapado en vinagre.
Tienes una grieta en el parabrisas:
Hasta que sustituyas la luna, puedes aplicar varias caàs de esmalte de uñas a ambos lados de la grieta.
Ahuyentar a las avispas y demás insectos en verano:
Conducir con la ventana abierta en verano puede terminar con la visita de algún insecto inesperado dentro del coche. Para evitarlo, lava los cristales con una bayeta con agua y lejía: el olor los ahuyentará.
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